La
protección del medio ambiente es prioridad número uno en Cuba, por eso resulta
admirable el trabajo de conservación que se desarrolla en el área ecológica de Hatibonico,
donde sobresalen los Monitongos. Un paraíso
declarado monumento natural.
Esas
pequeñas elevaciones, de alrededor de unos 200 metros de altura,
pertenecen al municipio de Caimanera, en la oriental provincia de Guantánamo, a
unos 900 kilómetros
de La Habana.
Allí
conviven ejemplares de la flora y la fauna cubano, en peligro de extinción,
como la jutía conga, maja de Santa
María, entre otros, pero que gozan de un sistema de protección que le permite
reproducirse en sus condiciones naturales de vida.
En
ese paraje natural está implementado un interesante proyecto medioambiental con
los pioneros de la escuela de la comunidad de Hatibonico, en el cual participan
especialistas medioambientales, así como los guardabosques.
Entre
las principales acciones que realizan con los niños destacan las visitas a la
zona geográfica, donde se les explica las características naturales y la
necesidad de proteger ese importante ecosistema.
El
área, además, está supervisada por guardabosques que chequean toda la zona para evitar los incendios
forestales, así como que personal ajeno, como cazadores furtivos, puedan
penetrar y dañar la flora o la fauna de la Reserva Ecológica.
Es
por ello que las labores didácticas con la nueva generación son de vital importancia,
para que aprecien los valores naturales y la forma más correcta de protegerlos.
Los
monitongos constituyen uno de los sitios singulares de la geografía cubana por
sus formas y tamaños, considerados únicos en el archipiélago y de la región del
Caribe, de ahí la necesidad de preservarlos siempre.
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