martes, 23 de abril de 2013

Un vistazo al béisbol





La 52 Serie nacional de béisbol continúa desarrollándose en el país entre animadores y detractores. A pesar de los cambios introducidos en la estructura del torneo los resultados no complacen, de ahí que se impone continuar los estudios para encontrar la organización más adecuada a nuestras realidades y potencialidades en este deporte.

Si bien en la primera mitad (45 juegos), se pudo constatar la rivalidad, los deseos de todos los equipos por alcanzar uno de los 8 boletos para la segunda etapa, de ahí en adelante las insatisfacciones comenzaron a ser blanco de constantes comentarios y críticas acerca de nuestra Serie.

Lo más inadecuado, sin lugar a las dudas, es la realización de la denominada segunda división, en que participaron los peloteros de los 8 equipos que no clasificaron pero, desempeñándose sin motivación la gran mayoría, lo cual trajo consigo gradas vacías en  los estadios de esos territorios.

Ese aspecto ha sido criticado en numerosas ocasiones, pues cuando se conformó la nueva estructura nunca se habló de dicha segunda división y a última hora se introdujo, lo cual trae consigo más penas que glorias. De ahí que el tiro a corregir debe comenzar por ahí.

Sin embargo, el plato fuerte (los ocho equipos clasificados), con sus refuerzos incluidos, tampoco resulta hasta el momento lo idóneo para los aficionados cubanos, conocedores y ansiosos de disfrutar de un espectáculo deportivo de mayor calidad.

En tal sentido considero que debe realizarse un nuevo análisis de cuál debe ser el torneo élite del béisbol cubano, y lo más recurrente se antoja el rescate de las Serie selectivas, en que se concentraría la calidad, y la territorialidad garantiza el apoyo necesario a cada selección.

No es nada descabellado mantener la Serie nacional con los 16 equipos, tal vez con 75 juegos y de ahí salga el campeón nacional en un torneo todos contra todos, sin play off, como sucedió hace algunos años.

Luego de esas 16 selecciones pudieran conformarse ocho para la Selectiva o Liga Cubana de Béisbol y, por ejemplo, cada dos provincias puede confeccionarse un equipo. Guantánamo-Santiago; Granma-Holguín, Las Tunas-Camaguey, y así hasta Artemisa-Pinar del Río.

De seguro esos equipos lucharán a brazo partido por el título, representando a su región, jugándose en los estadios cabeceras provinciales solamente, un torneo que pudiera realizarse a razón de 63 desafíos por conjunto, y los dos primeros disputarían un play off de siete juegos.

El Tercer Clásico Mundial nos enseñó bastante en cuanto a la necesidad de ganar en oficio, estrategias y otros conceptos del béisbol moderno para buscar los mecanismos que permitan al país desempeñarse con más acierto en próximos eventos de calidad. El deporte nacional en Cuba requiere cambios, y los caminos están por transitar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario