Dainer Moreira, el torpedero
del equipo de béisbol de Guantánamo en las últimas Series nacionales, que ahora
se desempeña como refuerzo del conjunto de Ciego de Ávila, se ha convertido en
uno de los peloteros cubanos que más indiscutibles conecta.
Su maestría para chocar con
la bola, ponerla en juego y dirigirla hacia la banda contraria del terreno son
claves en la estabilidad del rendimiento ofensivo de Dainer, que lo convierten
en uno de los mejores primeros bates del béisbol nacional.
Con el pimentoso jugador
tuvimos la oportunidad de dialogar sobre ese y otros tópicos relacionados con
su carrera deportiva.
“Lo principal para lograr buenos rendimientos es entrenar fuerte
cada día, ser perseverante cuando me señalan alguna deficiencia los
entrenadores, y los deseos de superarme y rendir más para el equipo”, señala
Moreira ante nuestra interrogante.
“De igual manera es determinante
estudiar a los pitcher rivales, conocer cuáles son sus principales lanzamientos
y estar preparados para conectar con efectividad. Lo mío es tratar de embasarme siempre”, confiesa.
En las últimas temporadas
Moreira se ha desempeñado como primer bate en la selección de Guantánamo, con
promedios sobre los 300 de average. No obstante, en la fase clasificatoria con
su equipo de Los Indios Guerreros del Guaso ocupó también el segundo turno en
la alineación
“Estoy preparado para asumir
cualquier responsabilidad que me asignen dentro de la tanda. Pero me gusta ser
el primero en la alineación, lo disfruto, y cuando conectó de hit, o me otorgan
bases por bolas, o por cualquier otra vía llego a la inicial, me siento feliz
por cumplir con mi responsabilidad.
“Igualmente trabajo intensamente a la defensa, pues la
posición que defiendo es clave dentro del equipo. Ahora con Ciego, el actual
campeón nacional, me dieron la responsabilidad de jugar el campo corto y
movieron a segunda a un experimentado como Yorbis Borroto, lo cual me exige
mucho más”.
No hay dudas de que el
accionar de Dainer Moreira, tanto a la ofensiva como a la defensa, resulta importante en el desempeño del equipo en que
juegue. Sus habilidades con el madero pudieran, en un futuro, abrirle las
puertas de alguna selección nacional, pues es el sueño y la mayor aspiración de
este sencillo y consagrado pelotero de Guantánamo.
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