Cocodrilos de pelea

La victoria del equipo de Matanzas ante Sancti Spíritus, en el séptimo y decisivo desafío del play off semifinal, 10x5, demostró que la garra, la combatividad, la unidad en un equipo de béisbol influyen y determinan en los resultados.

Cuando todo parecía que Los Gallos lograrían el importante éxito (ganaban 5x0 en el octavo episodio), sobrevino la remontada de Los Cocodrilos y la debacle del pitcheo relevo de los espirituanos, para festejo de los matanceros y desilusión de los aficionados de la tierra del Yayabo.

Muchos son los análisis que pudieran realizarse de esta subserie, por demás reñidísima, en que el factor psicológico desempeñó su papel a favor de los representantes de la Atenas de Cuba.

Los dos primeros desafíos de la serie constituyeron victorias para Los Gallos en su patio, en el que resaltó el segundo enfrentamiento cuando lograron remontar un marcador adverso y, a un solo out de caer, supieron marcar racimo de cinco anotaciones para desbancar a sus oponentes.

Así las cosas, las acciones se trasladaron para el estadio Victoria de Girón, en Matanzas, y allí Los Cocodrilos demostraron que son de pelea, y batieron en los tres juegos a los del Yayabo, para colocarse a una sonrisa de alcanzar el boleto a la discusión del título.

Todo parecía consumado. La porfía regresa a la valla de Los Gallos, el estadio José Antonio Huelga. Los Cocodrilos salen al terreno muy inspirados, explotan al mejor lanzador espirituano (ganaban 3x0), pero Los Gallos sacan las espuelas y, en duelo de batazos, se imponen y emparejan el cotejo a tres victorias por bando.

La escena quedó lista para el determinante séptimo juego y ya se conoce la historia. Lo cierto es que una vez más los representantes de la región central decepcionan a sus parciales, mientras que los yumurinos se confirman como uno de los equipos más combativos del torneo.

Ahora todo está listo para que  Los Cocodrilos y Villa Clara comiencen la batalla campal por el título de la 52 Serie nacional de béisbol. Un torneo atípico, pero que llega al momento cumbre con mucho entusiasmo y rivalidad.

Solo esperamos que nada, ni nadie, pueda empañar el espectáculo deportivo que tanto disfrutamos millones de aficionados al deporte nacional en esta isla beisbolera del caribe.